Enrique Lillo Alarcón
Transcribiendo un manuscrito del
Archivo Histórico Nacional que trata sobre la relación de moriscos deportados
del Reino de Granada a las villas de Mota del Cuervo y Campo de Criptana, por
las casualidades del destino, ha aparecido entre ellos un personaje del
"Ingenioso Hidalgo don Quijote de la Mancha", se trata, como ya
imaginan Vds., del morisco Ricote.
El bufón don Sebastián de Morra. Diego Velázquez
Todos sabemos que el Quijote tuvo su
nacimiento como libro cómico y de distracción, tratando de ridiculizar los
libros y tratados de caballería, pero a su autor, Miguel de Cervantes, se le
fue de las manos y se convirtió en el segundo libro en importancia detrás de la
Biblia por su intención moralizante y búsqueda de ideales. Es por tanto un
libro de ficción, pero en su interior, como en un juego, el autor guardó y
escondió personajes y lugares reales, para que en tiempos venideros los
buscáramos y contendiéramos defendiendo nuestras teorías sobre las de los contrarios.
"Este fin tuvo el Ingenioso Hidalgo de
la Mancha, cuyo lugar no quiso poner Cide Hamete puntualmente, por dejar que
todas las villas y lugares de la Mancha contendiesen entre sí por ahijársele y
tenérsele por suyo, como contendieron las siete ciudades de Grecia por
Homero." [QII, LXXIV]
Uno de estos personajes, el morisco
Ricote, aparece en el Quijote. Sancho Panza, habiendo abandonado el gobierno de
su ínsula, dirige sus pasos en busca de su amo. En el camino encuentra a seis
peregrinos, siendo uno de ellos el morisco Ricote, quien le propone le ayude a
buscar un tesoro escondido cerca del "lugar de la Mancha".
"Admiróse Sancho de verse nombrar por
su nombre y de verse abrazar del estranjero peregrino, y, después de haberle
estado mirando sin hablar palabra, con mucha atención, nunca pudo conocerle;
pero viendo su suspensión el peregrino, le dijo:
- ¿Cómo, y es posible, Sancho Panza
hermano, que no conoces a tu vecino Ricote el morisco, tendero de tu lugar? [QII,
LIV]
¿Existió este personaje?¿Era una persona real el morisco Ricote?
Este es el manuscrito donde aparece y esta
es su historia:
Transcripción
del manuscrito:
"Ginés Ricote que, con juramento,
declaró ser deste nombre, y ser natural de Las Cuebas, y alistado de primera
lista en Miguel Esteban, y que vino allí con sus padres, y luego, a quatro
meses, se pasaron aquí con liçençia de Volaños, governador, que a la saçón dixo
que la tiene el conçejo desta villa. Es hombre de treynta años, enano.
Anxela de Moya, su muger, que con juramento
declaró ser deste nombre, y ser natural de Bélez Rrubyo, y que fue alistada en
El Quintanar, y después se casó en esta villa. Es de veynte e çinco años,
morena, syn señal.
Alonso, hijo de los susodichos, de quatro
años, moreno.
Ysabel, también su hija, de nuebe meses,
morena.
(Al margen izquierdo del
manuscrito pone: Ojo, avsentes)
Françisco Ricote, padre del susodicho.
Ysabel de Escobar, su muger.
Françisco Ricote, su hijo, que todos tres
se fueron a Murçia abrá quatro años.
[AHN,AHT,leg.7356]
El morisco Ginés Ricote era un
hombre de unos 30 años, moreno, y, tal como dice el manuscrito, enano.
¿Se
fijaría Cervantes en Ricote por esta cualidad? Un hombre de estas
características llamaría la atención de un escritor como él. Tengamos presente
que los enanos eran muy reconocidos en la Corte, aunque su trabajo era el de
bufón para hacer reír a nobles y reyes, eran tratados con mucho respeto y,
algunos, recibieron el título de don, como es el caso del enano don Sebastián
de Morra, pintado por Velázquez; trabajó para el príncipe Baltasar Carlos quien
le tenía enorme cariño y aprecio, tanto es así que le regaló un espadín plateado
y una chaqueta oro y grana propia de reyes, independiente del buen salario y
manutención que tenía asignados.
Ginés vivió con su familia en Las
Cuevas (actual población Cuevas de Almanzora) villa del marquesado de los
Vélez, una región al norte de Almería, perteneciente al Reino de Granada,
constituido por cuatro villas principales, Vélez Rubio, la capital del
marquesado, Vélez Blanco, Las Cuevas y Portilla. Este marquesado se formó por
permuta de tierras de la reina Juana con don Pedro Fajardo, tras la entrega del
Señorío de Cartagena que pertenecía a don Pedro.
Después de la guerra de las
Alpujarras (1568-1571) en la que los moriscos se levantaron contra el Rey
porque les obligaba a dejar sus costumbres y vestimentas, Felipe II no se
atrevió a expulsarlos de sus reinos de España y los deportó en masa a Castilla,
repartidos en gran cantidad entre Toledo, en su Provincia de la Mancha, y
Cuenca. Así nuestro personaje Ginés fue trasladado a Miguel Esteban, en la
Mancha Santiaguista, junto con sus padres, Francisco Ricote e Isabel de
Escobar, y su hermano Francisco Ricote, aunque estos tres últimos huyeron al
reino de Murcia en 1580, seguramente para trabajar en el negocio de la seda,
aquel trabajo al que estaban acostumbrados los moriscos, en ninguna manera a
los rudos trabajos del campo que eran los que se podían ofrecer en la Mancha.
Ginés Ricote se casó con una morisca
de Vélez Rubio que había sido deportada a El Quintanar, Anxela (Ángela) de
Moya, una mujer morena de 25 años, sin señales en su cuerpo, por tanto,
bastante sana ya que un alto porcentaje de los moriscos mostraban marcas en su
cuerpo, bien de rencillas o de enfermedades. Tenían dos hijos, Alonso Ricote de
cuatro años de edad, moreno, e Isabel de 9 meses de edad, morena.
Cuando se hizo la relación e
interrogatorio que muestra el manuscrito, hacía cuatro meses que el morisco
Ginés Ricote y toda su familia se habían trasladado a Campo de Criptana donde
residían. En Miguel Esteban, población cercana al Toboso, o en Criptana lo debió
conocer Cervantes al tiempo que a los molinos, y debió quedar impresionado por su
reducido tamaño, de modo que, cuando necesitó un morisco para incluir en su
libro, se acordaría de Ricote; probablemente sucedió en el año 1587, cuando fue
nombrado comisario de abastecimiento de los barcos de la Armada Invencible, ya
que por su oficio tuvo que recorrer, en numerosas ocasiones el camino entre
Madrid y Sevilla, así como las Tercias Reales de la Mancha Santiaguista, que
pertenecían al rey Felipe II como Administrador Perpetuo de la Orden de Santiago.
Cervantes, por su condición de
cautivo en Argel durante 5 años, debió de buscar trato con los moriscos en sus
continuos traslados por la geografía española, unas veces siguiendo a la Corte,
otras por su oficio de alcabalero. Los moriscos del reino de Granada,
deportados a la Mancha Santiaguista, le debieron impresionar, tanto es así que
tomó sus nombres para su libro el "Ingenioso Hidalgo don Quijote de la
Mancha".
Otra familia Ricote llegó hasta otra
población de la Mancha Santiaguista: Mota del Cuervo, compuesta por:
María Ricote, viuda de Luis Ricote,
que debió fallecer en el traumático traslado desde Las Cuevas hasta la Mancha.
Tenía unos 60 años de edad, debió de nacer en 1523, tenía un lunar bajo la
barbilla. Vivía en La Mota.
El matrimonio tuvo cuatro hijas:
Marina López, soltera, que vivió con
su madre. Tenía 22 años de edad, la cara con algunas ampollas y la nariz un
poco sillada.
Isabel que se casó con Diego Madrid
y se marchó a Los Hinojosos de la Orden.
Luisa se casó con Alonso Sánchez, se
fue a vivir a Villaescusa de Haro y quedó viuda.
Cecilia se casó con Diego Lázaro y
vivió en Villarrobledo.
En la actualidad existe en Mota del
Cuervo alguna familia con el apellido Ricote.
Conclusión:
Cervantes tuvo que convivir con
berberiscos, sin más remedio, durante los cinco años que permaneció esclavo en
Argel esperando por su rescate; en este tiempo seguro que aprendió algo de
algarabía y mucho de las costumbres de allí muy parecidas a las de los moriscos
del reino de Granada; los meses que estuvo recluido en los baños de Argel tuvo
que hacerle aprender a supervivir entre maleantes y moriscos.
Cuando regresó a España, la Guerra
de las Alpujarras había finalizado, los moriscos estaban dispersos y asentados
por todas las villas de la Mancha y Andalucía.Cervantes estuvo un tiempo en la
Mancha en la década de los 80, recorrió sus lugares, seguro que estuvo en el
Quintanar en casa de sus amigos los Villaseñor, por fuerza se dio de bruces con
los moriscos, habló con ellos, conoció sus problemas y los plasmó en el
Quijote.
No tenemos constancia de estos
encuentros, pero escogió a un Ricote morisco y tendero, y a su familia, como
personajes de varios capítulos de su libro universal, usó nombres, topónimos,
ingenios como los molinos de viento propios de la Mancha Santiaguista, es
seguro que conoció la zona y es muy probable que llegase hasta La Mota, cruce
de caminos desde la antigüedad, de cuyo nombre no quiso acordarse.